7.11.08

Langkawi Island



Dejamos a Nadia y a Hanna atrás en Alor Star. Nos fuimos tres días a Langkawi, una isla de Malasia ubicada un poco más al norte de la ciudad de los chicos. El cuñado de Hazril nos dejó en el puerto donde tomamos un ferry que nos llevó unas dos horas completar el trayecto. Nos estaba esperando Shiekh, un amigo de Hazril que supo hospedarnos en su casa y llevarnos a pasear por ahí. Alquilamos un coche para poder recorrer tranquilos la isla, pude sacarme las ganas de manejar por Asia. 

Almorzamos en una cabaña frente a la playa y después salimos a caminar por ahí. Nos pasamos toda la tarde tomando birras en un parador hippie escuchando música en vivo. Cenamos y pasamos a buscar a Shiekh que terminaba de laburar como chef en un restó. Primero tomamos unas pintas en un pub irlandés improvisado y después nos fuimos a otro bar que tenía música en vivo. Estaba muy bien puesto y tenía muchísimo ambiente, teniendo en cuenta que era miércoles no estaba para nada mal. Ahí conocimos a un tano completamente loco, lamentablemente no recuerdo su nombre. Se sumó al grupo durante toda nuestra estadía, imposible de seguirle el ritmo, un excelente jugador de pool. Había llegado hacia sólo tres semanas a Langkawi y ya se conocía a todo el mundo. Terminamos la noche en un boliche a veinte minutos en auto del pub, aquel fue quizás el viaje más largo de mi vida, me había ofrecido a hacerle la segunda al tano y viajar con el en su coche. Hazril y Shiekh nos seguían detrás nuestro. Pensé que nos pegábamos un palo terrible. Volvimos a las seis de la matina, ducha y a la cama. 

Nos levantamos a la una de la tarde, almorzamos y nos fuimos a recorrer unas playas y una cascada impresionante. Sheikh se había vuelto a laburar y nosotros nos fuimos para el puerto a comprar unas cosas aprovechando que la isla es tax free y tomar algo.

La noche se repitió como la anterior, pero con más gente incluido un chef Michelín tres estrellas buena onda que nos cocinó un banquete en el restaurante de Sheikh.

Dejamos Langkawi al día siguiente, resacosos y con pocas horas de sueño. Esa misma noche salí para Kuala Lumpur. Me despedí de Hazril y toda su familia. Ya no volvería a verlos. No supe cómo agradecerles toda la onda que le pusieron. Espero poder retribuirles todo alguna vez que visiten Buenos Aires.

No comments: